Dócima XXIII

¡YO NO SOY UN CABALLERO!

Yo no soy un caballero,
porque no tengo caballo,
¡y ni siquiera un lacayo
que me adule por dinero!
No puedo comprar al clero,
ni tengo un trozo de tierra
por los que mande a la guerra
a mis bufones serviles,
ni tengo correveidiles
que lloren si se me entierra...

¡Triste no ser caballero
y rey de un mundo embustero!

Jesús María Bustelo Acevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario