Dócima LVI

SUICIDIO EN DIRECTO

¡2018!...
Desnudo mi pecho
y al mundo me echo,
camino, trasnocho,
me adapto y reprocho
lo hecho y lo dicho,
y al bache y al bicho,
y aunque me den mucho
la flauta y el chucho,
voy raudo hacia el nicho.

¡Fui chachi y soy chocho,
2018!

Jesús María Bustelo Acevedo

Dócima LV

¡MI QUERIDO JULIO ANGUITA!

"Mi querido Julio Anguita",
dijo al empezar la plática,
y de manera automática
pensé: ¿qué dices, bonita?
Me comí otra papa frita,
le pegué otro sorbo al vaso,
y celoso dije: paso
de darle vida al obús:
¡voy directo al autoblús
y a contemplar el ocaso!

¡Y torné al querido tal
en piedra filosofal!

Jesús María Bustelo Acevedo

Dócima LIV

¡FELIZ 2018!

Por la gloria de Pinocho,
que este año ya está hecho,
y el que llega, por derecho,
es el Dos Mil Dieciocho;
medito en qué me reprocho
y en qué me causó alegría
en cada mes, cada día,
de este Dos Mil Diecisiete,
y, aunque en el cajón se mete,
¡gracias por su compañía!

Y con esto y un bizcocho,
¡Feliz Dos Mil Dieciocho!

Jesús María Bustelo Acevedo

Dócima LIII

¡LOS SERVICIOS SECRETOS ME PERSIGUEN, HELP!

Le estamos investigando,
¡no piense que se le ignora!,
y hay un juez que, mismo ahora,
su ficha está cotejando;
sabemos que está faltando
al gobierno y al sistema,
y eso no es ningún problema
para el otro y para el uno,
porque si hay problema alguno
debe ser el que usted tema.

¡Rectifique usted deprisa,
que no es traidor el que avisa!

Jesús María Bustelo Acevedo

Dócima LII

DÓCIMA DEL MENSAJE DE NAVIDAD DE SU MAJESTAD EL REY

Ya pasó el sermón del rey,
¡vaya coñazo de cuña
sobre España y Cataluña
que se le larga a la grey!,
y mucha loa a la ley
que genera la pobreza,
cuando el rey es la cabeza
que da tal generación,
cabeza sin corazón
de unos nobles sin nobleza.

Y tras el sermón monárquico,
¡al aislamiento jerárquico!

Jesús María Bustelo Acevedo

Dócima LI

POR QUÉ DIOS HA MUERTO Y POR QUÉ DIOS NO PUEDE MORIR

El hombre inventa la muerte
y Dios inventa el Amor,
por amor, pero aquel por-
que emularle le divierte,
y se delega en la suerte,
porque ajeno a la armonía
rinde culto cada día
al dios que a matarlo vino,
cuando, ajeno a lo divino,
crucificó su alegría.

Y, en cuanto al ego deifica,
un Dios vivo no se explica.

Jesús María Bustelo Acevedo