¿Por qué chilla la española
como borrica en el campo,
y la blancura del ampo
en la cumbre queda sola?
¿Por qué zasca, bulo o trola
que el español abandera
en otoño, en primavera,
en verano y en invierno,
como un grito del infierno
retumba en la Tierra entera?
¡Porque aquel que poco piensa,
berreando lo compensa!
Jesús María Bustelo Acevedo
Jesús María Bustelo Acevedo